

SANTA RITA, LA SANTA DE LAS CAUSAS IMPOSIBLES
Su nombre era Margarita Lotti había nacido el 22 de mayo de 1381 en Roccaporena, un pueblo a 5 km de Casia, en la provincia de Perugia, región de umbría. en el centro de Italia, en menos palabras. una región por demás particular, Por qué se trata de la tierra más fértil y fecunda del santoral católico. allí nacieron San Benito, Santa escolástica, San Valentín, Santa Clara y San Francisco de Asís (este último apenas 64 kilómetros de Margarita), por citar unos pocos muy conocidos y pidiendo disculpas a los cientos que dejó afuera. Pero, desde luego, esta Perlita sobre aquella Tierra Santa la conocemos ahora que ellos, han muerto, han sido canonizados y dejado su huella, la de los pasos que siempre se dirigen a Jesús. En aquel entonces, todos eran simplemente hombres y mujeres. De bien, claro, lo cual no es poco.
Margarita era la única hija de Antonio y amata, un matrimonio al que a menudo confundían como los abuelos de la niña- la beba les había llegado de sorpresa, con adelantar. sorprenderlos, el 27 mil 300 1381- en el quinto día de la beba- sus padres descubrieron que sobre la cunita danzaban estambre de abejas- cuenta la tradición- dejó de hacerle daño, estaban miel en su boquita. eran abejas completamente blanca, nunca antes vistas, y cuando un amigo de la familia intentó ahuyentarlas sacudiendo un brazo enfermo con el que cargaba desde hacía años, las abejas no se dispersaron, pero su brazo volvió a la vida más sano y fuerte que en sus años mozos.
200 años más tarde, en cada Semana Santa miles de abejas blancas brotan de las paredes de un Monasterio de Casia, aquel en el que Margarita pasó sus últimos años. Y ahí se quedan, endulzando el aire, hasta el 22 de mayo, fiesta patronal de la Santa.
Pero volvamos a sus primeros días, los de una vida fascinante. El mundo al que llegó Margarita era caótico. Los atormentaban desde terremotos hasta guerras, tanto entre países europeos como entre provincias y aldeas. Los hombres de la región- y del continente- tenían impreso en su código genético que había que entrenarse para pelear desde muy chiquitos, y las mujeres estaban siempre alertas en caso de que cualquier variante de guerra les golpea la puerta del hogar. En casa de los Lotti, si, no había miedo. Mamá y papá eran tan pacíficos que a pesar de su analfabetismo eran considerados los mediadores del pueblo, y cada vez que en Roccaporrena había una disputa entre vecinos, se los convocaba para resolver el conflicto. El resto del tiempo trabajaban y vivían de la tierra, como todos en aquella región, en vez de cuentos sobre princesas y hadas alimentaban a la pequeña Margarita con fervorosas historias sobre vidas de Santos, que recordaban de memoria y asombraban a la niña más que cualquier aventura de ficción.
Ella, Margarita- a la qué en un diminutivo cariñoso todos llamaban Rita- tomó la decisión de consagrar su vida a Dios como religiosa a una edad en que sus amiguitas todavía jugaban con muñecas de trapo. Pero no pudo ser. Probablemente temerosos de dejarla sola en la vida y sin protección alguna en tiempos tan violentos, sus papás decidieron que se casara. y eligieron como marido para ella a un joven llamado Paolo, con quién Rita se casó en absoluta obediencia al cumplir sus 18 años. Mamá y papá habían querido asegurarse de que Rita estuviera protegida, pero desgraciadamente ocurrió algo que no había cómo anticipar: en lugar de apartarla de un mundo violento, Paolo la metió de lleno en el propio. Las crónicas cuentan que Paolo resolvía todo con los puños, era bebedor, mujeriego, apostaba hasta en el ta-te-tí y abusaba de Rita verbal y físicamente. Era violento entre los violentos. Pero Rita, lejos de aceptar los golpes sumisamente, rezaba por su marido y le hablaba, le hablaba hasta el hartazgo que nunca llegó, apelando a que cambie, a que se controle, contando con que Dios penetre en ese corazón endurecido por los vicios y con que su marido encuentre la paz que evidentemente nunca había conocido.






Mientras llegaron los hijos. Dos, Juan Santiago y Pablo María. Idénticos al padre, para dolor de Rita, resultaron pendencieros sin remedio a pesar de sus dulces esfuerzos por enderezarlos. Pero cuando el matrimonio llevaba 20 años juntos ocurrió lo inevitable, lo que la santa veía venirse y temía día y noche. Paolo, qué poco tiempo antes había jurado cambiar y le había pedido perdón a su esposa, apareció asesinado. Rita no sé sorprendió. Su marido podría estar comenzando un nuevo camino, pero los enemigos que se habían ganado a lo largo de su vida le cortaron el paso. Rita agradeció que al menos en sus últimos momentos Paolo se hubiera convertido, y se sumergió de lleno no en esta pérdida, sino en otra que podría sufrir, como cuando se adivina tormenta a partir de nubes negras. El mayor de terror ahora era la reacción de sus hijos al saber lo que habia ocurrido. Porque ya en edad adolescente iban a buscar venganza. Los conocía bien... oculto la ropa ensangrentada, trato de componer el cuerpo, hizo lo impensado, dijo lo sentido y todo fue para nada. Los hijos efectivamente juraron venganza para el asesino de su padre. Por ello, empezaron a recorrer la noche, visitar los bares, preguntar a las peores compañías, frecuentar las sombras de un mundo que era todo sombras porque estaba ausente de Dios. Cada día, la Vendetta calaba más profundo y echaba raíces más fuertes en los hijos. Y aquellos que antes se entrenaban para defender a su familia y a su pueblo, ahora lo hacían para atacar con ferocidad.
Rita se desesperó y en un acto sobrehumano le pidió a Jesús que no permitiera que sus hijos manchasen su vida cometiendo un asesinato. Y antes de que murieran como consecuencia de una enfermedad Misteriosa, ella logró inculcarles el perdón, aún para con quién había matado a su padre. Algo que le regaló un poquito de Paz en medio del dolor a Margarita, que en poco tiempo- no existe uno suficiente- debió enterrar a su marido y a sus hijos.
A quién era el fin, sí.Y- como todos y- era también el principio de algo más. A una edad en la que en aquella época Rita ya podía ser considerada una mujer mayor, retomó su vocación temprana, habiendo ya cumplido con las obligaciones y la obediencia que la desviaron de ella. Se había ganado con creces disponer de su vida. Y la dispuso para Dios.
Intentó ingresar en el convento de las hermanas de San Agustín, pero dos barreras poderosas se interpusieron. La primera, el hecho de que el convento sólo aceptaba como novicias a mujeres virgenes, y claramente, Rita no lo era. Y el segundo, que no sólo había estado casada, sino que había estado casada con un hombre de mala reputación. por lo tanto rechazaron su voto y Rita, sin desalentarse, debió apelar a su férreo carácter de mujer italiana fuerte. insistió para ser aceptada, insistió tanto como solía insistirle a su marido. Y aunque la constancia de Rita fuera asombrosa, las reglas del convento no pudieron ser ignoradas. Claro que en estos casos siempre ayudaban los buenos contactos, y Rita los tenía. protectores, a los tantos con los que mantenía diálogo desde chiquita: San Juan Bautista, San Agus Agustín y San Nicolás de Tolentino, pidiéndoles que intercedieron por ella para encontrar una solución y poder concretar- finalmente- su vocación religiosa. la respuesta puede llegar. una noche y sin abrir puerta alguna, Rita entró en el convento escoltada por San Juan, San Agustín y San Nicolás corporizados. y ante semejantes garantes, las monjitas la aceptaron de inmediato. era el año 1417. Y Rita, por fin alcanzaba su sueño.
El sueño de Rita era de sacrificio, obediencia y entrega. y Durante los siguientes 40 años de su vida lo vivió con alegría y plenitud. los hechos milagrosos nunca dejaron de darse y cada uno era más sorprendente que el anterior.
EL MILAGRO DE LA VID
A poco de ingresar al convento, Rita tuvo que ganarse el derecho de piso, Cómo es inevitable para todos. la madre superiora, para poner a prueba su obediencia, le dio un encargo muy particular; regar una planta de los jardines del convento. Pero no se trataba de cualquier planta. sino de una que estaba muerta. la abadesa estaba en pleno uso de sus facultades mentales, pero Había decidido a que el encargo para ver hasta qué punto resistía Rita el regar a diario algo que nunca iba a brotar. Y sí, debía sentirse una tarea un poco. pero la planta, muerta y seca por año, revivió y dio frutos: uvas. era una vid. Una Vid que hoy, seis siglos más tarde, continúa dando uvitas.






EL MILAGRO DE LA ESPINA
otro de los milagros más famosos fue uno que provocó gran pesar a la Santa. Rita meditada mucho acerca de la pasión de Cristo, de su camino al Calvario, el peso de la Cruz, las torturas y los insultos. salvando las distancias, recordemos que ella también había tenido su cuota de humillaciones y Dolores, Y tal vez por eso se conmovía tanto al meditar sobre los sufridos por Jesús. una noche estaba en oración cuando le pidió a Cristo sentir un poquito de su dolor, para ser consciente de Los sufrimientos que él había soportado por nosotros. Y Cristo, por amor a quien tanto lo amaba, envió unas de luz que clavo en la frente de Santa Rita una Espina de la corona lacerante que a él le colocaron durante su crucifixión. aquella herida en la frente se ve en todas las imágenes de la Santa, y su cuerpo- que nunca se descompuso y se exhibe en un ataúd vidriado en Casia- aún la tiene. el 4 de abril de 1997, dentro de una serie de estudios médicos que le hicieron al cuerpo incorrupto, se investigó aquella herida conocida como ” el beso de Jesús en la frente de Rita”. Cito parte de él:” la superficie del cráneo se presenta normal, Lisa, salvo en la zona de la frente, que en el centro aparece rugosa, con pequeñas asperezas que se pueden interpretar como resultado de un proceso inflamatorio mucho tiempo antes de la muerte. es una grieta de 2 cm de largo por medio milímetro de ancho. Y es profundo, si bien se pudo comprobar que no llegó al interior del cráneo”. Pero aquel estigma de Rita tenía una peculiaridad: en los santos que lo han padecido, las plagas despedían un olor celestial, conocido como ” olor a santidad”. Pero el estigma en la frente de Rita tenía olor a podrido, un olor tan insoportable que obligó a la santa a recluirse y vivir apartada de las demás monjitas durante 15 años. sólo tuvo un descanso cuando realizó una peregrinación a Roma y la llaga desapareció: Pero en cuanto regresó al convento, volvió para quedarse.
EL MILAGRO DE LA ROSA
Rita pasó los últimos 4 años de su vida postrada, asistida por sus hermanas agustinas. durante su proceso de beatificación, El Vaticano estudio cada detalle de su vida, como es costumbre, y en una antigua biografía dio con el relato de este milagro:” en el más áspero y riguroso invierno, y encontrándose todo cubierto de nieve, una prima de Rita fue a visitarla; al marcharse preguntó a Rita sí de su casa necesitaba alguna cosa; Rita le respondió que deseaba una rosa y dos hijos del huerto de Roccaporena. La prima sonrío, creyendo que Rita deliraba a causa de la enfermedad y se marchó. una vez llegada a la casa donde Rita vivió con su esposo y sus hijos, entró en el huerto y vio entre la nieve un rosal que cargaba una hermosa rosa, y en la higuera dos higos maduros. Perpleja por el cruel invierno, viendo los frutos milagrosos, se los llevó a Rita”. Y Rita supo que aquel era un regalo de Dios para ella, en el que sería su último invierno.
Rita vivió 76 años exactos. Murió el 22 de mayo de 1457, en el medio día cálido del que era su cumpleaños y en el que recibió el regalo de la llegada de Jesús y de la Virgen María viniendo a buscarla. Rita, rodeada de sus hermanas de la orden, sonrío. y se dejó llevar.
Cuentan que en este precioso instante un aroma a Rosas saturó el convento y las campanas de todas las iglesias de Casia comenzaron a sonar al unísono. Fue una entrada triunfal al cielo y una salida triunfal de la vida. Ningún dolor, ningún pesar, ningún sacrificio, ninguna humillación habían logrado quebrar el espíritu de la rosa de Casia.
Porque eso, eso sí que era imposible.
ROSAS, ROSAS TAN MARAVILLOSAS
La rosa es el símbolo de la Virgen María, y es su aroma el que se percibe cuando la presencia de la madre honra nuestra vida.
las rosas son un tema ineludible al mencionar a Santa Rita, a partir del milagro de su rosal floreció en la nieve. pero existió además un episodio en el que volvieron a vincularse, inseparables una de las otras. la llamada rosa de Casia iba a llevarle unos panes a una familia necesitada cuando su marido la detuvo, recordándole que detestaba quisiera caridad con el alimento de la familia. Santa Rita quedó petrificada: conocía la ira de su esposo y no había forma de evitarla en esa ocasión. y mientras se preguntaba cómo salir entera ilesa de la situación, el marido le gritaba cada vez más alterado que le muestre lo que llevaba envuelto en el delantal. ante la falta de reacción de Rita, él se violento y de un manotazo le arrancó la tela, pero en lugar de los panes lo que cayó fueron rosas.
Estas flores bellísimas, que han inspirado obras de pintura, de música y de literatura- y unos cuantos romances, porque no mencionarlos- ocupan un lugar de privilegio En la religión católica. la Rosa es el símbolo de la Virgen María, ni más ni menos, y es su aroma el que se percibe cuando la presencia de la madre honra nuestra vida.






También, es aquel el dulce aroma que suelen despedir los cuerpos incorruptos de los santos, y el que inundó el convento agustiniano de Casia en el instante mismo en el que la santa expiró. Algo similar ocurrió con Santa Teresita del Niño Jesús, Por quién lo vieron rosas en el momento de su muerte y quién se dice que cuando concede una gracia alguien se lo hace saber haciéndole llegar esta flor de manos de alguien.
Las rosas son también consideradas el símbolo perfecto del amor: hermoso, dulce, intoxicante y que no alcanzaría su excelencia si no fuera por las espinas, inevitables en la flor y en toda relación. Incluso en el caso de Santa Rita de Casia se convierte en su símbolo a partir del rojo de su sangre y amor, y de las espinas, qué ciertamente han ocupado un lugar clave en su vida.
Varias advocaciones de la Virgen cuentan con la presencia de estas benditas flores, siempre símbolo de dulzura y feminidad. Algunas son la Virgen de Guadalupe, La Virgen de las Rosas y la Rosa Mística, una de las advocaciones favoritas de Juan Pablo II.
Muchos Santos las ostentan. Entre ellos Santa Rosa de Lima ( en forma de bellisima corona en torno a su cabeza), Santa Rosalía ( al igual que Santa Rosa, cómo Corona), San Acisclo ( hermano de Santa Victoria, ambos mártires), San Andrés Avelino ( sostiene una rosa en su mano derecha), San Diego de Alcalá ( las contiene en su hábito, como si recién las hubiera recogido), Santa Dorotea ( en su cabello, sus manos o su falda, según la estampa) y Santa Teresa del Niño Jesús (En sus brazos y en su cabeza, en una corona)
El olor de Las Rosas es el perfume de nuestra religión, de nuestra unidad: el Rosario de, ya que la virgen Confío en reiterados mensajes que cada Ave María que rezamos es una rosa que le hacemos llegar al cielo. El Rosario es, entonces, el ramo perfecto.
San Juan Diego era un humilde indígena aquí en la historia menciona como el “indiecito” o el “indito” precisamente a partir de aquella humildad, ya que el hombre era todo un adulto cuando la vida le cambió para siempre. Ocurrió cuando se le apareció la amadísima Virgen de Guadalupe, quien le pidió que fuera a ver al obispo y que para probarle la veracidad de la aparición desplegará- sólo delante de él- su Poncho. Juan Diego así lo hizo, cayendo frente a los pies del sacerdote decenas de las rosas más exquisitas que podamos imaginar ( y quedando impresa la imagen de la Virgen en el manto).En la primera aparición de la Emperatriz de América fueron las flores las que confirmaron la veracidad de la presencia de María.
La Rosa de Oro es un obsequio del Papa a privilegiados templos, países y advocaciones Marianas. Ya conocimos su historia en la tercera entrega de esta colección, el libro de la Virgen de Luján, pero no es mala idea recordarla. la tradición de tan distinguido regaló la inició el papa León IX en 1049 y en nuestro suelo se cuenta sólo con una, qué Juan Pablo II obsequio a la Virgencita de Luján. su preparación es minuciosa: de oro puro, es bendecida por el Papa en el cuarto domingo de cuaresma, ungida con el santo crisma, y espolvoreada con incienso. Es presentada en un vaso de plata y protegida en un estuche de oropel con el Escudo Pontificio.
Existe una bellísima explicación de autor desconocido acerca de la muerte y el momento en el que le está destinada a cada uno. cuenta que Dios no es un cazador apuntando con un rifle hacia nosotros y Ajustando la Mira para decidir a quién se lleva, sino que es un jardinero, que cuando nos Mira descubre, de repente, qué existe una rosa demasiado bella para estar en la tierra y la recoge, para llevársela consigo al cielo.
Finalmente, una parábola de autor desconocido:
Cuentan que un hombre plantó una rosa y la regó permanentemente, a la espera del resultados. Pero antes de que brote un asomo del pimpollo, el hombre observó con cuidado el botón del que en breve surgiría la esperada flor. Pero noto también las espinas sobre el tallo, y entre sorprendido e indignado se pregunto como algo que daría origen a una belleza podía representar al mismo tiempo una apariencia tan amenazante y agresiva.
Aquella ocurrencia decepcionó al hombre, qué decidió no regar más su rosa. Y está murió sin siquiera haber desplegado sus pétalos.
Esto también ocurre con la gente. Dentro nuestro hay una rosa, qué son los dones que nos ha dado Dios. Y dentro nuestro hay espinas que sólo esperan proteger a las rosas que nacerán.
A veces nos miramos y vemos sólo las espinas, los defectos. y nos desalentamos, Convencidos de que nada agradable va a nacer en nuestro interior, negándonos nuestro gigantesco potencial. por lo tanto, dejamos de regarnos y cultivarnos, y eventualmente, dejamos morir el tesoro en nuestra alma.
El mayor regalo, el del amor, es el que nos permite descubrir en nosotros mismos y en los demás las rosas del alma, sin que opaquen su belleza las espinas que también habitan allí.






Canonización y patronazgos
Beatificada en 1626 por Urbano VIII y canonizada el 24 de mayo de 1900 por León XIII, su fiesta litúrgica se celebra el 22 de mayo. Es patrona de las causas imposibles, los enfermos y las víctimas de violencia doméstica.
Fundación de Esquina y vinculación con Santa Rita
Esquina, ubicada en el rincón sudoeste de Corrientes, fue fundada por Benito Lamela, quien entronizó la imagen de Santa Rita traída de Italia como protección ante calamidades y disputas locales; de ahí proviene el nombre de la ciudad. La iglesia de Santa Rita de Cascia, reconstruida en 1846 frente a la plaza 25 de Mayo, se convirtió en el centro de la devoción patronal anual.
La ciudad de Esquina fue fundada entronizando su imagen traída desde Italia, de la cual toma su nombre. Cada año, desde mediados de mayo, se desarrolla una novena de misas, procesiones y bendiciones (enfermos, matrimonios, embarazadas, etc.), que culmina el 22 de mayo con la celebración central: misa solemne, procesión de la imagen y la tradicional bendición de rosas, símbolo ritiano. Estas prácticas forman parte del patrimonio cultural inmaterial —o “patrimonio vivo”— definido por la UNESCO como el conjunto de tradiciones, expresiones y saberes transmitidos de generación en generación y vinculados con la identidad de una comunidad.
En Esquina, la Fiesta Patronal no solo refuerza la fe, sino que actúa como motor de cohesión social, dinamismo turístico y revalorización de nuestro patrimonio religioso y cultural.
Tradiciones y prácticas de la Fiesta Patronal
Novena y bendiciones previas. Según costumbre en la región, durante los nueve días anteriores al 22 de mayo se realiza una novena que incluye:
• Misas diarias con intenciones particulares (infertilidad, enfermos, reconciliaciones).
• Bendición de rosas en cada celebración.
Procesión y misa central
El 22 de mayo la jornada comienza con misa a primera hora; por la tarde, a las 15:30 h, se lleva en andas la imagen de Santa Rita por las calles principales, acompañada de fieles, bandas musicales y carros iluminados.
Elementos culturales asociados
• Rosas bendecidas: símbolo de intercesión y esperanza en causas imposibles.
• Flores y velas: ofrendas en el atrio de la iglesia y en altares improvisados.
• Música y danzas folclóricas: chacareras y gatos interpretados por academias locales.
• Feria de artesanías y comidas típicas: empanadas, locro y repostería regional, potenciando la economía local.
Fiesta Patronal como Patrimonio Cultural Inmaterial
La “Convención de la UNESCO de 2003 para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial” define este patrimonio como “prácticas, expresiones, conocimientos y habilidades transmitidos de generación en generación, que las comunidades reconocen como parte de su identidad cultural”.
La Fiesta Patronal de Santa Rita en Esquina reúne al menos tres de los cinco dominios de salvaguardia:
1. Tradiciones orales y expresiones rituales (rosario, novena, relatos de milagros).
2. Artes del espectáculo (danza folklórica, teatro religioso, música de banda).
3. Usos sociales, rituales y actos festivos (procesión, bendición de elementos, ferias populares).
Impacto social y cultural
• Cohesión comunitaria: fortalece la identidad local y el sentido de pertenencia.
• Desarrollo turístico: atrae visitantes de la región, dinamizando alojamientos, gastronomía y comercio.
• Transmisión generacional: involucra a jóvenes en actividades de voluntariado y patrimonio vivo.
• Visibilidad cultural: pone en valor el legado italiano-correntino de Esquina, reforzando la historia fundacional.


Dirección de Cultura.
Municipalidad de Esquina, Corrientes, Argentina.
San Martín 644 | Tel: 3777 47-0769
E-mail: dirculturaesquina@gmail.com